PEIRONES
La Hoz de la Vieja
Los Peirones, son estos pequeños monumentos que podemos encontrar en los entramados de los caminos del La Hoz de la Vieja.
¿De dónde viene la palabra Peirón?
Los peirones, también denominados pairones, son pilares o monolitos construidos en piedra o ladrillo que señalan, a la salida de una gran parte de los pueblos de Aragón (principalmente en Teruel o Zaragoza) un inicio o confluencia de caminos. Suelen terminar, en su parte superior, con una hornacina (a veces una cruz) decorada por la imagen de un Santo o Virgen. Parece ser que la palabra aragonesa peirón no ha pasado al castellano, por cuanto no aparece documentada en ninguno de los diccionarios de la Lengua Española, siendo humilladero el término que le corresponde a la aceptación castellana; es Covarrubias ₁ que ya en 1611 da la clave de lo que es un peirón y el servicio que prestaba:
“HUMILLADERO. Cierta capillita sobre pilares y cubierta con techo, dentro de la cual está en medio, de ordinario, una cruz con la imagen de nuestro Redentor puesto en ella, u otra insignia devota de nuestra Señora o de algún santo. Y dixose assi por la devoción que tienen todos los fieles de humillarse pasando por delante deste devoto lugar, comúnmente está a las entradas o salidas de los lugares al camino real o trillado. Otros humilladeros están descubiertos con cruces de piedra sobre peañas de gradas. Y ni más ni menos nos humillamos a éstas y a las ordinarias, que suelen ser de palo, a las quales los caminantes, con más fundada religión, les arriman las piedras que los gentiles hazian quando en las encrucijadas las amontonaban al pie del padrón o piedra de la efigie de Mercurio, a do estaban esculpidas letras que declaravan para dónde yva cada uno de los caminos”
₁ COVARRUBIAS, Sebastián de, Tesoro de la Lengua Castellana o Española, Alta Fulla, Barcelona, 1993
¿Cuáles y donde podemos visitarlos?
En la actualidad, podemos visitar cuatro peirones en nuestro término:
1. Peirón de Las Tres Columnas.
Se encuentra justo a la entrada del pueblo por la báscula, al terminar la curva. En la parte de arriba, debía tener algún santo, por el pequeño pie de columna que se observa en su parte más alta.
2. Peirón de San Cristóbal. S. XVIII.
Se encuentra en la unión del camino de “Carra Zaragoza” y “Los Terreros” o del barranco. Para llegar a él. Tendremos que salir por la fuente, seguir por la caleja y una vez subida la “costeruela”, a unos cien metros, podremos verlo. Su nombre viene del Santo que se aloja en él. Es uno de los mejores conservados.
3. Peirón de la Caña Marcen. S. XVIII.
Se encuentra en el camino de la “Caña Marcen”. La manera más rápida de llegar hasta él, es subir por “carramolinos” hasta llegar al “campillo” dejando a la derecha el camino de la Peña de la Cingla y a la izquierda las planas, Seguiremos por el camino que baja hasta el río, donde nos encontraremos un cruce de caminos; el que viene por la derecha, nos conducirá hasta la carretera: el que sigue de frente nos lleva hasta los “Masclavinos”, así que tendremos que seguir el de la izquierda. Nada más tomar la curva, y subir un poco la cuesta, nos lo encontraremos junto al camino. Recibe también su nombre, por la zona en la que se encuentra.
Se cuenta, que el Sr, Gabriel, yendo de pastor con 7 u 8 años, dejó a las ovejas pastando y se hecho a dormir pensando que el santo se las cuidaría; cuando despertó, las ovejas se habían metido a comer a los campos, subió al peirón y lo tiró al suelo.
4. Peirón del Pozuelo o San Isidro. S. XVIII.
Se encuentra al final del camino de “Madreras”. Para llegar a él, subiremos hasta el polideportivo, y seguiremos el camino que asciende bordeando la sierra del castillo. Tendremos que armarnos de paciencia para verlo, ya que se encuentra a unos tres kilómetros. Recibe su nombre de la zona en la que se encuentra.
¿Están todos los que eran?
La respuesta es NO. En la actualidad, sólo se conserva cuatro de los once que existían; los sietes restantes eran:
- Peirón de las Almas, que se encontraba a la entrada del pueblo.
- Peirón de la Virgen del Pilar, se encontraba frente al molino alto; cuando lo derribaron el dueño del molino se construyó una chimenea con los ladrillos.
- Peirón de Santa Bárbara, que se encontraba en lo que ahora es la báscula.
- Peirón de los Santos Mártires, en Camarillas.
- Peirón de San Juan, saliendo por el Barrio Verde, en el camino de “Carra Montalbán”. Dicen, que un hombre, en cierta ocasión, se puso a disparar contra el peirón, y que una de las balas rebotó en la pierna dejándolo cojo.
- Peirón de Santa Lucía, se encontraba bajando por el camino de “Carra Zaragoza”. Recibe su nombre de la siguiente leyenda:
Un día de tormenta, un padre y su hija Lucía estaban segando en un campo, cuando empezó a llover; Lucía le decía a su padre que se fuesen a un corral para resguardarse de la lluvia, su padre no quería porque a su parecer no llovía tanto, y todavía podían aprovechar más el tiempo. Lucía, le dijo a su padre, que hiciese lo que quisiese, pero que ella se marchaba a resguardarse al corral. Cuando Lucía marchaba, le dijo su padre “Ojalá te parta un rayo” y en ese mismo instante, un rayo cayó del cielo y la fulminó al instante.
- También había otro peirón frente al lavadero, aunque no se sabe su nombre.
Toda la información aquí escrita, esta sacada de la revista n.4 de El Bando, que editó y distribuyó la Asociación cultural “LA FOZ Y EL CASTIELLO” en agosto de 2004, para los socios y como promoción cultural. El reportaje está escrito por Raúl Gracia, teniendo la ayuda de su padre y abuelo.